Encuentro frente al mar


No puedo evitar, sentir su presencia
mientras recorro cada rincón de su casa
y sus cosas.
El mar, aquí frente a isla negra
canta, ríe y sufre.
Respiro el mismo aire,

trato de mirar sus perpectivas.
me siento a ratos un intruso
que roba su intimidad.
Que siente en su rostro, su viento, su sol.
En el refugio de sus sueños,
de las carcajadas, de esos dolores
intensos al recordar sus frustraciones,
sus espinas, esos apetitos no logrados,
las esperanzas diluidas en el roció del jardín,
de la historia, del ocaso, del océano,
de la ingratitud.

De repente casi todo se evapora y allí quedan
las rocas secas y desnudas, la madera inerte,
el polvo colgando en cada hoja, en cada pelo,
en cada recuerdo.


Guillermo Castillo
(Visita a Isla Negra)

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