Despedida a Matilde Mora Gutiérrez

A los 98 años y ocho meses, falleció en su residencia doña Matilde Mora, viuda de don José Ángel Reyes Parada, sabíamos que llegaría la hora de despedir a esta gran dama y valiosa mujer, doña Matilde Mora Gutiérrez. Al unirse en matrimonio con José Ángel Reyes Parada, demostró su gran entrega de amor hacía los demás.Recibir a un joven viudo con 10 hijos, en estos días, sería una gran hazaña,para ella, pues, fue una entrega de amor.Hoy, si un matrimonio por infortunio no fecunda,si la situación lo permite,adoptan un hijo, y si el futuro es prodigo, adoptan dos hijos.
Ella tuvo la fortaleza y la sabiduría, al contraer matrimonio con don José Ángel, convertirse en madre de 10 hijos: La mayor María Encarnación, José María, Leonor, Carmen, Enrique, Hernán, Rómulo, Mery, Héctor y Moisés de dos años de edad. Más tarde, nacieron sus propios hijos, Neftali Rolando y Washington Ricardo.
Cuanta razón tuvo Pablo Neruda, sobrino de José Ángel Reyes y que fueron criados como hermanos, solo los separaban cuatro años de edad. Al conocerla Neruda dijo a José Ángel, no eres tu el de la suerte, la suerte es para estos niños que encontraron a una madre. Desde ese momento nació una y fraternal amistad entre ellos, Pablo confiaba a ella sus alegrías y su crecimiento en las letras, sus amores y sus penas.Muchas veces estuvo Pablo Neruda visitando al matrimonio Reyes Mora, pues,eran entrañables para el poeta.La tía Matilde tuvo ocasión de compartir y recibir en su casa a grandes personalidades de las letras chilenas: Francisco Coloane,Volodia Teitelboim, Sara Vial, entre otros. Fue gran amiga de Delia del Carril, talentosa concertista en piano, pintora y la que amo a Pablo hasta el fin de sus días.Más tarde conoció a Matilde Urrutia
Los escritores y poetas parralinos, encontramos en la tía Matilde, un manantial de tesoros y verdades infinitas, ella nos dio a conocer pasajes ineditos de la vida del poeta que a la vez traspasaremos a futuras generaciones. La ruta nerudiana, que mostramos para el centenario del nacimiento de Pablo Neruda, fue dictada por ella, sus conocimientos entregados al mundo de las letras, tienen un gran valor.
Ojala a futuro reciba el reconocimiento de Hija I lustre de Parral.
Al despedirla, sabemos que este día no es igual al de ayer o al de mañana.
Hoy se nos enluta el corazón, silenciosa lluvia brota de nuestros a ojos, porque una ráfaga fragante nos arrebató de nuestro lado a ésta maravillosa mujer que nos acogió con amor, nos brindo su amistad, nos entrego sabiduría, compartimos con ella, días de dicha y esperanzas.
Fue para nosotros una lampara clara, cuya luz quedará en nuestros corazones y seguirá siendo en nuestras vidas nuestro Ángel Tutelar.
Al llegar a este mundo al final del verano un día d14 de marzo de 1911, traía consigo, un singular encantamiento. Traía un manantial de aguas rumorosas dispuestas a saciar la sed que, muchas veces devora a los seres humanos cuando, no encuentran al transitar por esta vida, la paz y la tranquilidad de sus espíritus.
En ella había, alegría,mansedumbre,dulzura, dones que hoy escasamente podemos encontrar.Pues, nos seduce, lo inmediato, valoramos el tener más que el ser, sin acordarnos que llegara el día, en que lo terrenal no tendrá ningún valor, no lo que usurpamos al otro.
La tía Matilde procuró y anheló siempre el bienestar de los demás, dio siempre lo mejor de si,deseo siempre lo mejor para los demás.
Estamos seguros que al lugar donde ella va, no existe lo perecedero y la están esperando Ángeles con citaras y violetas y será toda ella, un faro de luminosidad. Desde acá le decimos; hasta luego, esperanos con la misma sonrisa que nos brindabas cuando en vuestra casa celebrábamos tu cumpleaños.


Texto: Isabel de la Cruz

1 comentario:

Unknown dijo...

Soy su sobrina, nieta de Oseas Reyes Parada, hermano de su difunto esposo José Angel Reyes Parada. Te recordaré siempre tía querida por tu inmensa generosidad, tu ternura y amor por tu familia.
Que en paz descanses tía Matilde.
Ahora estás con Dios y cerca de los que tanto amaste en la tierra.
Te llevaré en mi corazón por siempre.